BIENVENIDOS A PADDOCK 78
Mi historia inicia en la década de los años 80. En aquella época, al igual que ahora, vivía mi niñez al sur de la Ciudad de México.
Durante esos años escuché sobre la guerra de las Malvinas, el accidente nuclear de Chernobyl, las devaluaciones del peso mexicano, etc.
Viví una de las experiencias más terribles que fue el terremoto que azotó a la Ciudad de México en 1985. Pero también me emocioné con el boom de los video juegos, y la celebración del campeonato mundial de futbol de México 1986. Y hacía el final de la década, los noticieros invadían la noticia de la caída del muro de Berlín.
Dentro de ese contexto fui un niño como cualquier otro. Con muchas ganas de jugar y con grandes ilusiones. Pero desde esos años siempre en mi mente existió un sonido que ha caracterizado mi vida, el sonido de un motor.
Mi Papá, Ingeniero Industrial de profesión y con una gran afición al automovilismo.
Mi Mamá, una ama de casa que fomentó el gusto de su único hijo. Ella me obsequiaba autos en miniatura, los cuales fueron mis mejores y más fieles compañeros durante años.
Desde muy pequeño los coches empezaron ha obsesionar mi mente, al grado que cuando salía a la calle siempre trataba de reconocer todos los modelos y las marcas de los autos de aquella época, y sin darme cuenta lo logré.
Conforme fui creciendo descubrí cada vez más el mundo motor. Pero lo que marcó mi vida, fueron aquellos domingos en donde se corría un Gran Premio de Fórmula 1.
Recuerdo a mi Papá sentado frente al televisor, viendo a su ídolo, el Profesor Alain Prost, en sus encarnizadas batallas con el inolvidable Ayrton Senna. Al mismo tiempo, yo hacía mi propia pista, y jugaba con los coches que mi Mamá me regalaba con tanto cariño.
Mi gran sueño fue ser piloto, y correr con el cochecito de color rojo, siempre rojo.
Ahí empezó todo, ahí comenzó esta pasión por el deporte motor que en la actualidad rige mi vida.
Tuve la gran oportunidad de vivir una de las más grandes épocas de la Fórmula 1, que fueron los años 80 y parte de los 90. Me conmocioné con lo sucedido en aquel Gran Premio de San Marino. El fin de semana más negro para la categoría y de todo el mundo del automovilismo.
Sin duda, Imola fue un parteaguas para todos los que queremos este deporte. A lo lejos, el accidente de Rubens Barrichello en las sesión del viernes, parece el preámbulo para uno de los momentos más tristes y espeluznantes. Primero, la muerte del austriaco Roland Ratzenberger el día sábado en clasificación.
Y después, ese funesto domingo en donde cambió la historia. Nunca olvidaré ese
1 de mayo de 1994, el día en que se apagó la luz del más grande, Ayrton Senna. Aquél que veía a Dios cada vez que subía la enigmática curva de Eau Rouge en el circuito Spa Francorchamps.
A finales de 1995 la Scuderia Ferrari anunció el fichaje del hasta ese momento dos veces campeón del mundo, Michael Schumacher. Este fue uno de los acontecimientos más emocionantes y sobre todo esperanzadores para mí. Después de la estancia de Alain Prost y Nigel Mansell, por fin llegaba un piloto que le podía regresar a Ferrari la gloria perdida durante tantos años. Reconozco, que desde el año 1996, mi interés por la marca italiana fue total, convirtiéndome así en un Tifosi de línea radical, y que en la actualidad continúo siéndolo.
Podría pasarme escribiendo horas y horas sobre el Káiser. Pero lo más trascendental que puedo decir, es que Michael Schumacher se convirtió en mi gran héroe. Es el piloto más ganador de toda la historia, y que junto con Ferrari, me han dado momentos increíbles y de gran alegría.
De Schumacher aprendí esa fuerza de nunca rendirse por lo que uno quiere. Esa sed de buscar nuestros sueños y de conseguirlos. De hacerlos realidad.
Como muchos, espero algún día tener una buena noticia sobre su estado de salud. Sé que va a ganar esta carrera, la más importante de todas. Y que lo volveremos a ver como en los viejos tiempos, imponente e implacable.
Ahora nuestra esperanza está en Sebastian Vettel. Los Tifosi soñamos en que Seb regresará la gloria a la casa de Maranello, así como lo hizo Schumacher hace 15 años, en ese legendario Gran Premio de Japón del año 2000.
Toda esta experiencia de vida que comparto, da una idea muy clara del por qué de esta página electrónica. Mi interés es escribir sobre una de las cosas que creo saber más, y que estoy seguro que más me apasiona: la Fórmula 1.
Paddock 78, es un espacio imparcial en donde hablaré sobre pilotos, equipos, Grandes Premios y actualidad del Gran Circo. Dejando en claro que el color rojo no predominará.
Quiero agradecer a todos aquellos que me han ayudado de diferentes formas para hacer posible este blog. No necesito nombrarlas, ya que cada quien sabe lo que me ha aportado.
Paddock 78 está dedicado a una persona muy especial. Aquella que le debo todo. Y que me ha ayudado tanto en los logros que he conseguido últimamente en mis funciones dentro del automovilismo. Esa persona es mi Madre. Ella partió físicamente hace casi 10 años, pero su esencia está más presente que nunca.
De antemano les agradezco el tiempo que se han tomado para leer este primer artículo.
Ojalá y les sea de su interés.
José E. Suárez J.
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