GRAN PREMIO DE ARABIA SAUDITA
La Máxima Categoría visita el Circuito de la Corniche de Jeddah en la ciudad arabiga del mismo nombre. Una pista callejera pegada al Mar Rojo con un trazado de 27 curvas y 6,175 metros; de los cuales el 75% son con el acelerador a fondo.
Sin duda Jeddah es la mejor pista ubicada en oriente medio. Posee un trazado muy veloz con un speed trap aproximado de 332 Km/h. Otra característica es la poca degradación, siendo mucho más benevolente con los neumáticos.
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El fin de semana estuvo marcado por el problema de apendicitis de Carlos Sainz; ya que el día jueves el madrileño ya mostraba una evidente situación de salud. Sin embargo, para el viernes Sáinz ya había sido operado de emergencia teniendo que ausentarse por completo del Gran Premio.
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Ferrari le dio la oportunidad al británico Oliver Bearman; un joven de 18 años miembro de la Academia de Pilotos de la Scuderia y piloto reserva de su equipo cliente, Haas. El inglés se convertiría en el piloto más joven en debutar con la Scuderia Ferrari, desplazando a mi otro paisano y leyenda del automovilismo mexicano, Ricardo Rodríguez.
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Como era de esperarse, el día viernes Max Verstappen consigue su segunda Pole Position de la temporada. Logrando un gap de más de 300 milésimas sobre Charles Leclerc. A mí paisano Sergio "Checo" Pérez le cuesta sacar el tiempo a una sola vuelta, pese a ello saldría tercero. En calificación Fernando Alonso con Aston Martin se encuentra más cerca de los Red Bull y las Ferrari, siendo este su fuerte largando cuarto. Los McLaren de Oscar Piastri y Lando Norris en quinto y sexto. George Russell vuelve a estar por delante de su compañero Lewis Hamilton. Y Yuky Tsunoda y Lance Stroll completan los 10 primeros lugares de la parrilla. Bearman hizo una calificación bastante decorosa, ya que pese a salir en el undécimo puesto estuvo a punto de colarse a la Q3.
El tan ansiado momento llega, desatando ese instante tan especial que es la largada en un Gran Premio de Fórmula 1.
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Dada las características de esta carrera, podemos resumir que fue un Gran Premio deslucido. Pese a la complejidad del circuito, el ritmo de carrera de los Red Bull es aplastante; sin duda alguna su mejor arma. Max Verstappen consiguió sin ninguna dificultad su segunda victoria consecutiva. Checo hizo lo propio, sólo teniendo que rebasar a Leclerc para llegar segundo.
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Se confirma que Ferrari es el equipo más cercano a Red Bull. Los coches rojos sí presumen un avance significativo en uno de sus puntos débiles de temporadas anteriores, la degradación de los neumáticos. Eso aunado a la velocidad que tiene el Cavallino Rampante a una vuelta lo hace el equipo favorito para lograr el tercer puesto del podio cada fin de semana, como lo han hecho Sáinz y Leclerc respectivamente. Es de recalcar que el monegasco le arrebato a Verstappen el punto por la vuelta más rápida.
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Los McLaren tuvieron un papel más protagónico. Cada uno con una estrategia diferente. Norris fue líder por algunos giros gracias a que paró en boxes mucho más entrada la carrera. Piastri tuvo una batalla con el Mercedes de Lewis Hamilton; sin embargo, fue muy notorio que al equipo de Woking le falta velocidad punta.
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Alonso hizo un honorable quinto lugar, aunque el Aston Martin tiene dos facetas durante cada fin de semana: los días de Qualy, Alonso presume su capacidad de poder compartir la primera línea de partida con Max Verstappen. Sin embargo, llega el día de carrera y el auto se desdibuja. Pese a lo anterior, Alonso siempre se posiciona dentro de los 10 primeros, haciendo diferencia con su compañero Lance Stroll que terminó impactando el muro como ya es habitual.
Los Mercedes terminaron en sexto y noveno. George Russell pasó un poco inadvertido, sin embargo su trabajo fue constante. Al múltiple campeón del mundo le está costando adaptarse al nuevo W15. Por un lado, Russell no necesita tanto grip y puede tener el auto más suelto. Por el otro, Hamilton necesita más adherencia de acuerdo a su forma de pilotaje.
Cabe mencionar que cada piloto de las flechas plateadas tuvo un diferente paquete aerodinámico.
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Dejé para el último lo que para mí fue lo mejor del fin de semana. Sin caer en exageraciones, ni en elogios excesivos, Oliver Bearman hizo un trabajo extraordinario para la Scuderia de Maranello. Sólo tuvo la práctica 3 para acoplarse a un monoplaza de Fórmula 1, ya que hay diferencias tangibles entre un auto de la Máxima Categoría y uno de Fórmula 2.
Era de esperarse que en la Qualy, Bearman quedara en los últimos lugares; no obstante, quedó a sólo unas décimas de echar fuera de la Q3 a Lance Stroll.
Ya en la carrera hizo dos muy buenos rebases, primero al chino Guanyu Zhou; y después al piloto de Haas, Nico Hülkenberg. No pudo alcanzar a Russell, sin embargo mantuvo un ritmo constante durante una parte importante de la competencia.
Tenía mucho tiempo que la Scuderia Ferrari no tenía un piloto británico. El último que recuerdo fue Nigel Mansell a finales de los años 80. Y parece ser el preludio para la llegada del múltiple campeón del mundo, Lewis Hamilton.
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Me pongo a pensar que habrá pasado por la mente de algunos pilotos que fueron parte de la Academia de Pilotos de Ferrari, y nunca llegaron a correr para el equipo de Maranello en el Gran Circo. Mick Schumacher con esa losa tan grande que es su apellido; Antonio Giovinazzi, que fue parte de un momento histórico para Ferrari al ganar Le Mans en 2023, pero que nunca pudo correr para el equipo de Fórmula Uno
Oliver Bearman tuvo el mejor debut posible..
José Elías Suárez Jiménez









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